El Atalanta hurgó en la herida abierta del Milan en la presente campaña y eliminó de la Copa Italia al combinado ‘rossonero’ (1-2), al que remontó en un partido que volvió evidenciar las costuras de los del italiano Stefano Pioli, de nuevo en el alambre.
Otro partido importante en el que el Milan no da la talla. Pese al buen comienzo del duelo, fue una nueva decepción para la grada, la enésima de la temporada y, en este caso, en una de las pocas competiciones en las que podía salvar la temporada. Eliminado de Liga de Campeones y lejos del liderato en la pelea por el ‘Scudetto’, la eliminación copera ante la ‘Dea’ en San Siro deja como única bala la Europa League.
En la otra cara de la moneda está el Atalanta del italiano Gian Piero Gasperini, que supo reponerse al tanto inicial del luso Rafael Leao para seguir soñando en esta Copa Italia. Y para reforzar el trabajo en Serie A, en la que sueña con meterse en Liga de Campeones.
La combinación del extremo luso con su mejor aliado, el galo Theo Hernández, en el minuto 45 que abrió el marcador, fue efímera. Tanto que duró solo dos minutos. Lo que tardó el neerlandés Teon Koopmeiners en poner la igualada en la jugada posterior al saque de centro.
El empate dio alas a un Atalanta crecido y sembró dudas en este Milan, que no se mantiene en pie ante ningún golpe recibido. De hecho, nada más salir del túnel de vestuarios, la dinámica del partido acabó con el 1-2 del Atalanta, de nuevo en pies de Koopmeiners, que no falló desde los once metros.
Solo a una polémica mano no pitada por el colegiado, ni el VAR, en el área del Atalanta en la última jugada puede agarrarse este Milan que dejó escapar otra oportunidad de redención. En semifinales, el Atalanta desafiará al Fiorentina, de Yerry Mina, por un hueco en la gran final.