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¡El trono cambió de manos! Los Philadelphia Eagles destronaron a los Kansas City Chiefs y acabaron con el dominio de Patrick Mahomes en la NFL. Con una victoria contundente de 40-22 en el Super Bowl LIX, celebrado en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, los Eagles se vengaron de la derrota sufrida hace dos años y alzaron su segundo Trofeo Vince Lombardi.
Desde el primer cuarto, Philadelphia impuso su juego con una defensiva impenetrable y un ataque arrollador. Mahomes, quien aspiraba a hacer historia con un tricampeonato, fue completamente neutralizado. La ofensiva de los Eagles, liderada por Jalen Hurts y Saquon Barkley, no tuvo piedad y dejó el partido prácticamente sentenciado antes del medio tiempo con un abrumador 24-0.
El show del entretiempo, a cargo del rapero Kendrick Lamar, no fue suficiente para despertar a los Chiefs, que intentaron reaccionar en la segunda mitad, pero se toparon con una muralla vestida de verde. Philadelphia no solo controló el balón, sino que también interceptó dos veces a Mahomes y provocó un balón suelto, demostrando que su victoria no fue casualidad.
El golpe final llegó con un gol de campo de Jake Elliott en el último cuarto, sellando la humillación para Kansas City. Con esta victoria, los Eagles rompieron la racha de los Chiefs y se posicionaron como una nueva potencia de la NFL. Hurts, quien fue elegido MVP del partido, disipó todas las dudas sobre su capacidad y guió a su equipo a la gloria.
La ciudad de Philadelphia ya tiene listo su desfile de celebración para el 14 de febrero, donde miles de aficionados se reunirán para festejar la hazaña de un equipo que, contra todo pronóstico, destronó al que parecía invencible. ¿Estamos ante el inicio de una nueva dinastía en la NFL? El tiempo lo dirá, pero por ahora, los Eagles son los nuevos reyes del fútbol americano.
